Los movimientos de capital entre cuentas están entre las operaciones más habituales y solicitadas para las entidades bancarias. Sin embargo, no siempre tenemos clara cuál es la diferencia entre la transferencia y el traspaso; es más, en el ámbito no especializado, es muy normal confundir ambos términos o incluso referirse a ellos con la denominación única de transferencia. En este artículo vamos a tratar de explicar cuáles son las diferencias entre la transferencia bancaria y el traspaso.
Seguramente, en algún momento a punto de realizar el trámite, te has preguntado qué es una transferencia. Se entiende por transferencia bancaria el envío de dinero desde la cuenta del ordenante (es decir, quien da la orden de transferir el monto económico) a la cuenta del beneficiario (o lo que es lo mismo, quien recibe dicho monto). Para efectuarla, basta con conocer el IBAN o número de cuenta bancaria del destinatario; si se trata de una transferencia internacional, habrá que conocer también el Código de Identificación Bancaria o BIC.
Lo principal, en relación con la transferencia bancaria, es que las cuentas implicadas pertenecen a entidades bancarias distintas. En segundo lugar, las transferencias pueden conllevar la aplicación de comisiones en función de distintos criterios, como su grado de urgencia, la propia entidad bancaria que las emite o el ámbito geográfico en el que se va a mover el dinero.
Veamos qué tipos de transferencias existen. La clasificación va a depender de diversos criterios, como el ámbito geográfico en el que se va a transferir el monto, el medio por el que se ordena dicha transferencia o la rapidez con la que llega el dinero a su destino.
Antes, para hacer una transferencia, lo habitual era desplazarse a la entidad bancaria y ordenarla en persona. Ahora, con la llegada de la banca electrónica y la ampliación de funciones de los cajeros automáticos, existen muchas más posibilidades al respecto.
En este aspecto, encontramos dos tipos de transferencias:
Cada entidad bancaria establece sus propias reglas a este respecto, pues precisamente una de las pugnas principales para conseguir clientes se basa en ofrecer una transferencia económica, es decir, en eliminar las comisiones, de modo que no tiene mucho sentido hablar de porcentajes generales hoy día. Además, en determinados casos en lo que sí que se ha aplicado una comisión, la oficina bancaria puede decidir su eliminación (por ejemplo, si se trata de un buen cliente, puede ser un modo de premiar su fidelidad). Lo mismo sucede si el cliente cumple determinados requisitos, como tener su nómina domiciliada o un determinado saldo en la cuenta: el banco puede eliminar las comisiones por transferencia, tarjetas o mantenimiento de la cuenta que sí se aplicarían en otras situaciones, o rebajarlas notablemente —como las que se aplican a las transferencias internacionales o urgentes—. De todos modos, cabe reseñar que las comisiones más elevadas suelen aplicarse a estas últimas, debido a la intervención necesaria del Banco de España.
Por último, antes era muy común ingresar efectivo directamente en la cuenta del destinatario con solo dirigirse a su entidad bancaria y depositar el dinero allí, pero los bancos cada vez ponen más cortapisas a esta operación. Hoy día se propone el ingreso directamente a través de los cajeros automáticos mediante operaciones sin libreta, incluso aunque no se sea cliente de la entidad. No obstante, suele establecerse un límite en la cantidad ingresada; a partir de que se supere dicho límite, será necesario efectuar una transferencia.
Pero entonces, ¿qué es un traspaso? La principal diferencia entre la transferencia y el traspaso radica en que el dinero se mueve de una cuenta a otra, pero dentro de la misma entidad; el beneficiario puede ser el mismo ordenante, que traspasa un determinado importe a otra cuenta de su propiedad, o bien otro cliente de la entidad bancaria. Esto tiene dos consecuencias principales: la primera, el dinero llega a la cuenta de destino el mismo día —a veces, inmediatamente—; la segunda, esta operación rara vez conlleva la aplicación de comisiones.
Con todo, esto último queda a criterio de la entidad concreta en la que se efectúe el traspaso, pues algunas sí que cobran comisiones cuando el movimiento de dinero se lleva a cabo entre cuentas abiertas en distintas oficinas, pero no suele ser lo habitual.