En el escenario laboral actual es habitual encontrar más oportunidades laborales por cuenta propia que conseguir un buen puesto de trabajo en una empresa por cuenta ajena. En ocasiones, además, este tipo de trabajos conocidos por la palabra inglesa freelance son una cuestión puntual y puede que al profesional no le compense darse de alta como autónomo. Es en este punto donde entran en juego las cooperativas para facturar.
Sobre todo porque, como es lógico, si estás realizando un trabajo remunerado, siempre es obligatorio dar cuenta de nuestros trabajos a la Seguridad Social y pagar impuestos. Por ello, somos muchos los que nos planteamos preguntas como: ¿Cómo podemos facturar sin darnos de alta como autónomos? ¿Qué papel juegan las cooperativas? La figura de las llamadas cooperativas de trabajo se refiere a aquellas entidades que gestionan las facturas de los profesionales que trabajan de forma esporádica por su cuenta.
Especialmente desde la llegada de la crisis económica, hace ya algunos años, son muchas las personas que han decidido trabajar por su cuenta en proyectos profesionales de manera autónoma. Con el aumento de este tipo de actividad comenzaron a aparecer, ya desde 2008, las llamadas cooperativas de trabajo asociado para facturar por profesionales y con el objetivo de gestionar y tramitar facturas de estos profesionales.
La idea principal consiste en el conocimiento de que una serie de trabajadores por cuenta propia no generan una cantidad fija de ingresos y que, en numerosas ocasiones, la irregularidad de su actividad no compensa los gastos a los que tienen que hacer frente para llevarlas a cabo. Esto es: darse de alta y pagar lo que cuesta ser autónomo en España, resultando más beneficioso para el profesional recurrir a este tipo de prácticas.
El funcionamiento de una cooperativa para facturar es, desde el punto de vista laboral, bastante sencillo: el trabajador se da de alta online directamente en la cooperativa, en vez de inscribirse en el Régimen de Autónomos de la Seguridad Social. Como en cualquier cooperativa, el interesado pasa a ser socio y trabajador al mismo tiempo.
Desde otro punto de vista, como es el fiscal, en el IRPF las retribuciones tienen la consideración de rendimientos del trabajo, con independencia de cuál sea su régimen de afiliación a la Seguridad Social.
A la hora de facturar los servicios que ha prestado a un tercero, el trabajador lo debe poner en conocimiento de su cooperativa, que gestionará su alta en la Seguridad Social por cuenta ajena durante el tiempo que haya durado el trabajo (ya sean horas, días, etcétera). Se trata, por tanto, de una cotización mínima únicamente por el tiempo de trabajo empleado. Finalmente, la cooperativa emitirá la factura al cliente en su nombre.
La cooperativa, posteriormente, hace llegar al trabajador una nómina por el importe generado por sus facturas y aplicando el descuento de la Seguridad Social, los impuestos correspondientes (retención del IRPF, Impuesto de Sociedades y más), los costes relativos a la gestión realizada y la correspondiente comisión que en su caso apliquen por factura (generalmente, entre el 4% y el 6%).
A pesar de ser un modelo bien definido, el sistema basado en recurrir a las cooperativas para facturar por ti da lugar a dudas sobre la legalidad de la relación laboral existente entre ambas partes. Entre ellas, destaca, al no constar como dado de alta en la Seguridad Social, la falta de cobertura que se tiene durante la realización del servicio. Del mismo modo, aparecen incógnitas para los clientes, como saber a quién deberían reclamar en caso de defectos en el servicio, cuál sería el convenio aplicable, en qué grupo profesional se le incluiría, etcétera.
Algunas de estas discrepancias sobre qué es una cooperativa de trabajo asociado y cómo funcionan han llevado a buscar soluciones para regular la situación y aclarar los vacíos legales que se puedan estar dando en este modo de regularizar el trabajo. En cualquier caso, son las propias cooperativas las encargadas de informar a sus socios de las condiciones particulares, responsabilidades y salvedades que se deban aplicar en cada caso. Si estás pensando en conocer más opciones respecto a cómo facturar sin ser autónomo, te recomendamos leer las distintas opciones disponibles en nuestro artículo e informarte a este respecto.