Siempre nos pasa lo mismo: una cena con los amigos, un viaje familiar, un regalo para nuestra pareja… pero “mejor a fin de mes, que es cuando cobro”. Si el ingreso de nuestra nómina se retrasara, ¿seríamos capaces de “sobrevivir” tirando de nuestros ahorros?
Al parecer y tal como se recoge en los resultados del test de educación financiera que impulsamos desde Creditea en base a los hábitos de consumo de los participantes, un 21% de los españoles admite que tiene problemas para llegar a fin de mes cuando reciben el pago de su nómina un día más tarde del acordado.
Cierto es que el 90% de los encuestados reconoce no haberse retrasado nunca con el pago de deudas, pero hay que tener en cuenta que un 20% de los mismos admite haber recurrido a préstamos de familiares y amigos con los que hacer frente a sus gastos del mes.
Ahorramos todos los meses, pero nos sentimos inseguros
Respondamos a la pregunta entonces: ¿los españoles somos ahorradores? Según este mismo test, el 53% de los participantes se obliga a ahorrar una cantidad todos los meses, pero lo cierto es que únicamente el 26% de españoles sería capaz de mantener su nivel de vida en caso de despido. Si pensamos en estas cifras podemos entender que hasta un 22% admite sentir “angustia” cuando piensa económicamente en el futuro. Houston, tenemos un problema.
Hay que tener en cuenta que uno de los factores principales del que va a depender nuestra situación financiera a final de mes es la forma en que gestionemos nuestro presupuesto. Por ello, aunque seamos muy ahorradores, conviene que atendamos a nuestras necesidades y dividamos según el grado de prioridad. Igualmente, es importante destinar una parte de nuestros ahorros a gastos imprevistos y reflexionar sobre nuestro nivel de solvencia antes de pedir un préstamo en caso de que recurramos a alternativas externas de financiación.
Aun así la intención es buena y es que los españoles somos los primeros en hacer frente a nuestras deudas, lo que demuestra que, aunque vivimos muy al día, somos responsables con nuestros deberes financieros.
Tras el test de educación financiera, más del 70% de los españoles reconoció que mejorar su noción en este ámbito sería de gran ayuda para comprender y gestionar su dinero, así como para aprender a ahorrar y enfrentarse a la facturas. La tendencia a la implicación es positiva pero, ¿qué explica nuestra falta de conocimiento?
La desconfianza en las entidades financieras ha alejado a muchas personas del sector y, además, la complejidad de los conceptos técnicos sobre economía y finanzas genera cierta decepción entre los consumidores. Por ello, aunque comprendemos que es un tema importante, la falta de facilidades supone un desafío para nuestra sociedad, que se siente vulnerable e insegura.