Seguramente cuando te has ido a dar de alta en algún servicio o has querido domiciliar un recibo te han solicitado el código IBAN de tu cuenta. Pero ¿qué es este número y en qué casos lo necesitas tener a mano?
El IBAN es el acrónimo de International Bank Account Number (número de cuenta bancaria internacional). Este código bancario único e irrepetible sirve para identificar una cuenta corriente en la zona única de pagos en euros, denominada SEPA por sus siglas en inglés.
El 1 de febrero de 2014 entró en vigor la SEPA, cuyo ámbito geográfico comprende 34 países (los 28 estados miembros de la Unión Europea junto con Islandia, Liechtenstein, Noruega, Mónaco, San Marino y Suiza). Su objetivo es permitir que los pagos en euros se realicen en las mismas condiciones tanto si se trata de un pago nacional como internacional. Para facilitar el proceso, se decidió homogeneizar los códigos de identificación de cuentas bancarias en todos los países dentro del área de influencia. Desde entonces, el código IBAN sustituye al Código de Cuenta Cliente (CCC), por el que antes se identificaban las cuentas.
Entonces, ¿cómo saber mi número de cuenta bancaria actual? ¿Ha cambiado desde 2014? Sí y no, vamos a verlo de una forma muy sencilla y detallada. El IBAN es un código de 24 caracteres. Para obtener el IBAN se añadieron al número de cuenta habitual cuatro caracteres.
El IBAN nos sirve para identificar a nivel internacional una cuenta bancaria. Gracias a este código las entidades pueden automatizar las transferencias entre sucursales de la Unión Europea, ya que se puede saber el banco por el IBAN. De este modo se agilizan los trámites intracomunitarios y se aplican tarifas más competitivas.
Anteriormente se habían registrado dificultades porque los sistemas de identificación eran solo nacionales y esto impedía saber en qué país estaba abierta una cuenta. Desde la entrada en vigor de la SEPA, la estructura del IBAN es común para todos los países, aunque no exactamente igual. Vamos a ver el caso de España que es el que nos compete:
Calcular el IBAN es muy sencillo, hoy en día existen múltiple direcciones web que ponen a disposición del usuario un formulario para calcular automáticamente el IBAN. Con tan solo introducir tu número de cuenta corriente en la herramienta para calcular IBAN y presionar el botón, obtendrás un identificador de cuenta bancaria válido conforme a la normativa europea, tanto para operaciones en soporte electrónico como en papel.
Otra opción es acudir a la página web de tu banco y acceder al área de cliente a través del usuario y la contraseña. Una vez ahí, el código IBAN suele aparecer en el apartado de «cuentas» en el área de «consultar los datos de la cuenta».
Aunque son códigos que hacen referencia a datos diferentes, el IBAN y el BIC son necesarios para completar cualquier transferencia internacional.
El código BIC (Bank Identifier Code) o SWIFT sirve para identificar al banco beneficiario de una transferencia (o banco de destino). Se trata de un código internacional alfanumérico que puede constar de ocho u once caracteres:
La forma de obtener el código BIC es muy similar a la del IBAN, puedes hacerlo a través de una calculadora online o bien acceder a los datos de la cuenta a través del área de cliente de tu entidad bancaria.
A modo de conclusión, podríamos resumir las ventajas que ha supuesto comenzar a utilizar estos códigos de identificación financiera en las siguientes: permiten automatizar los procesos agilizando las gestiones, disminuyen los costes asociados, aumentan la seguridad al simplificar el tratamiento de los datos y, por último, reducen considerablemente el número de errores al tratarse de dígitos estandarizados previamente.
¿Y ahora, sabes las diferencias entre tarjetas de crédito y de débito?