Seguramente, en más de una ocasión te has encontrado en una situación como esta: compruebas a primera hora cuánto dinero tienes en tu cuenta bancaria, puesto que sabes que a final de mes siempre vas un poco justo. Todo bien, dispones de liquidez suficiente para hacer la compra en el super antes de que mañana te ingresen la nómina. Sin embargo, habías olvidado que ese mismo día llegaba un recibo de la derrama extraordinaria de la comunidad para instalar el nuevo ascensor. Balance de la cuenta al final del día: -58 euros. Has entrado en números rojos o, lo que es lo mismo, descubierto tácito.
El descubierto tácito en una cuenta se produce cuando el cliente de una institución financiera se queda sin saldo y entra en lo que popularmente se conoce como números rojos. Esto significa que el dinero disponible en su cuenta no es suficiente para hacer frente a un determinado pago y su entidad bancaria admite el descubierto y decide adelantar el dinero necesario para cubrir esa deuda. Por este préstamo el banco cobrará una comisión y unos intereses que dependerán de la cuantía de la deuda contraída. Así pues, lo más recomendable es evitar, dentro de lo posible, esta situación o, en caso de que se produzca, intentar que se prolongue el menor tiempo posible.
No obstante, si queremos conocer la cuantía de los intereses y las comisiones que nuestra entidad bancaria nos aplicará en caso de un descubierto tácito, debemos recurrir al contrato de apertura de la cuenta, donde se recogen las condiciones generales de este y otros supuestos. Habitualmente los bancos tardan unos cuatro días desde que se produce el descubierto hasta que penalizan al cliente con el pago de la comisión, y esta no se dejará de aplicar hasta que se vuelva a estar al corriente de pago.
Si bien los bancos tienen la libertad para decidir los tipos de interés que aplican, están obligados a publicar y comunicar al Banco de España el tipo de interés o recargo que van a aplicar en los descubiertos tácitos, según la Orden EHA/2899/2011.
La normativa actual distingue entre descubiertos de consumidores y descubiertos del resto de clientes (profesionales y empresas). La principal característica de los descubiertos de consumidores es que, de conformidad con lo establecido en el artículo 20.4 de la Ley 16/2011 de contratos de crédito al consumo, los intereses que se perciban por el descubierto, sumados a las comisiones bancarias, no pueden dar lugar a una TAE superior al interés legal del dinero multiplicado por 2,5.
No obstante, los descubiertos no son en absoluto baratos a pesar de los cambios normativos de los últimos años. Las comisiones y, especialmente, sus mínimos, disparan el coste real de los números rojos, en función de la entidad bancaria. Aunque cada institución financiera aplica diferentes intereses y comisiones ante un descubierto tácito en cuenta, a continuación vamos a ver algunos de los más frecuentes:
Intereses deudores: son los que se aplican sobre los números rojos. Se calcula multiplicando el saldo negativo por el número de días de descubierto y por el tipo de interés deudor que se haya pactado en el contrato de apertura de la cuenta.
Comisión de descubierto tácito: esta es la comisión que la entidad cobra por entrar en descubierto tácito. Tal como veíamos en líneas anteriores, para su cálculo, se toma la mayor cantidad de deuda del período de liquidación y aplicamos un porcentaje, que, en los descubiertos tácitos de los consumidores, en ningún caso podrá dar lugar a una TAE superior a 2,5 veces el interés legal del dinero.
Comisión por la reclamación de la posición deudora: en caso de que el descubierto tácito se alargue unos días, la entidad bancaria puede repercutir esta comisión fija por las gestiones realizadas para reclamar el saldo negativo, como pueden ser una comunicación escrita, llamada telefónica o correo electrónico. Por lo general este trámite ronda los 35 o 40 euros.
Dejar que la cuenta bancaria se quede a cero y pase a estar en números rojos no es solo un desagradable contratiempo, sino un imprevisto que puede hacer tambalear nuestra estabilidad financiera, sobre todo si se prolonga en el tiempo. La mejor forma para evitar que se produzca un saldo negativo es la prevención. Para ello, vamos a proponerte algunas ideas prácticas que puedes llevar a cabo fácilmente para que tus cuentas estén siempre saneadas.
Controlar periódicamente los movimientos y fondos de tu cuenta: una de las mejores maneras de protegerte ante la posibilidad de sufrir comisiones por descubierto es consultar tus movimientos a diario. Hoy en día, la mayoría de los bancos facilitan esta gestión de manera online.
Llevar un control sencillo de tus gastos e ingresos: puedes preparar un Excel de “Movimientos previstos” en el que incluyas el balance entre ingresos y gastos que tendrás el mes siguiente: recibo del IBI, seguros, hipoteca o alquiler, energía, internet, ocio. Cuanto más detallada sea la herramienta de análisis, más fácil será prevenir un posible descubierto. En la actualidad, existen también aplicaciones online que, conectadas a los datos de tu cuenta, realizan estos cálculos automáticamente. Una de las más extendidas para Android es Fintonic.
Crear un colchón de ahorro: desarrollar el hábito del ahorro siempre es positivo para mantener una buena situación económica ante cualquier imprevisto. Dejar un remanente en la cuenta todos los meses nos puede evitar el disgusto de enfrentarnos a los temidos números rojos a final de mes.
Utilizar la tarjeta de crédito para aplazar los pagos: la tarjeta de crédito, utilizada correctamente, puede ser muy útil cuando necesitamos abonar una compra o no disponemos de efectivo suficiente. A través de la tarjeta podemos bien fraccionar el pago, bien pasar el cargo al mes siguiente cuando nos hayan ingresado la nómina, evitando así un descubierto tácito.
Solicitar un crédito: desafortunadamente, los imprevistos surgen cuando menos los esperamos. En esos casos, para evitar un posible descubierto o que se prolongue el pago de las comisiones y los intereses derivados del mismo, una buena solución puede ser solicitar un crédito rápido. En estos casos, no solo es fundamental conseguir el dinero, sino hacerlo con la mayor premura posible. En el caso de Creditea, para poder solicitar uno de nuestros préstamos rápidos y seguros, solo tienes que cumplir con tres condiciones básicas: ser mayor de edad, contar con una fuente de ingresos mensuales demostrable y no aparecer en ningún listado de morosos (como RAI o ASNEF). Nuestro equipo estudiará tu caso rápidamente y una vez aprobado, el dinero te llegará en apenas 15 minutos a la cuenta corriente que nos hayas indicado en tu petición. Además, tienes la posibilidad de devolver el crédito online en un plazo de entre 61 días y 36 meses, adaptando así las condiciones del préstamo a tu capacidad financiera.
Como has visto a lo largo del artículo, dejar que tu cuenta bancaria se vacíe por completo es un descuido que puede salirte muy caro. No llevar un control diario de los movimientos de la cuenta o un seguimiento del presupuesto familiar mensual puede dejarnos fácilmente en número rojos con las penalizaciones subsiguientes. Afortunadamente, establecer una serie de hábitos positivos como el ahorro o la planificación de nuestras finanzas, unido al colchón financiero que puede suponer en un momento dado un crédito, nos ayudará a solventar cualquier imprevisto que amenace con tambalear nuestra estabilidad financiera.