En la actualidad, la línea de crédito para autónomos es uno de los productos financieros más solicitados a la hora de disponer de un método de financiación flexible que nos permita dar un empujón a nuestro negocio. Ya sea porque queramos mantener al día la tesorería y los pagos a proveedores o porque necesitemos hacer una inversión puntual para responder a las demandas del mercado, la línea de crédito es una alternativa muy interesante que no debemos dejar de valorar.
En este artículo vamos a ver las claves de este revolucionario método de financiación que te permitirá gestionar con tranquilidad y eficacia tu flujo de tesorería.
La línea de crédito para autónomos es un contrato según el cual una entidad financiera pone a disposición de su cliente un determinado límite de crédito en una cuenta corriente durante un periodo de tiempo concreto que suele rondar el año. El prestatario puede utilizar una parte o el total de la cantidad, por la que pagará unos intereses durante el tiempo que la esté utilizando.
Así, este tipo de financiación está pensado para satisfacer las necesidades puntuales de tesorería de un negocio o empresa. Por ejemplo, si su cliente principal abona las facturas a 60 ó 90 días, el autónomo puede tirar de la línea de crédito para pagar puntualmente las nóminas de los empleados o los recibos por los servicios básicos, evitando, de este modo, cualquier tipo de sanción. Es decir, se trata de un sistema que le permite contar con un crédito máximo del que disponer, de manera que tan solo irá cogiendo lo que necesite y pagará intereses en función de esa cantidad.
Aunque abrir una línea de crédito para un negocio es algo bastante extendido, los usuarios tienden a confundir esta solución con los préstamos para autónomos, cuando, en realidad, son propuestas muy diferentes. A continuación, vamos a ver las características principales de uno y otro:
Como veíamos en el apartado ¿Qué es una línea de crédito para autónomos?, la característica principal de la línea de crédito es que a través de ella disponemos de una cantidad que podemos utilizar o no en función de nuestras necesidades de empresa, de manera que, tanto si la utilizamos toda como una parte de ella, pagaremos intereses en función del dinero que estamos utilizando, pero si durante el tiempo que se nos concede no tocamos nada, evidentemente no pagaríamos ningún tipo de interés.
Además, una vez volvamos a recuperar el saldo de la cuenta podemos utilizarlo nuevamente tantas veces como sea necesario. Eso sí, una vez se acerque la finalización del plazo debemos asegurarnos de que en la cuenta figura el total de la cantidad que se nos ha concedido. Por otro lado, si los analistas de riesgos consideran que nuestro perfil es bueno, no tendremos ningún problema en renovar el contrato año tras año en unas condiciones muy favorables.
Como sabes, en Creditea somos muy conscientes de la importancia de disponer de liquidez justo cuando más lo necesitas. Tanto si estás pensando en un crédito para la creación de una empresa como en una línea de crédito para pymes, tenemos una solución a medida para ti. Con nuestra línea de crédito para autónomos podrás disponer de hasta 5000 euros de forma inmediata que podrás devolver en cómodos plazos de hasta 36 meses y por la que no te aplicaremos comisión de apertura, gestión ni cancelación, ni siquiera si decides devolverlos antes.
Así pues, no lo pienses más, entra en Creditea.es e infórmate de nuestro sistema de financiación a medida. Con nuestro microcrédito online para autónomos podrás disponer del dinero que necesitas para ser más competitivo, además, si no deseas retirar todo el importe concedido, solo pagarás intereses por el dinero que utilices. En Creditea, diseñamos soluciones pensadas para tu negocio.